martes, 9 de noviembre de 2010

Junior:

“Hoy va a ser un lindo día", dicen que dijo Junior, de 15 años, antes de extraer la pistola Browning calibre 9 milímetros de su padre y disparar, sin pausa, sobre sus compañeros de 1er año B de la Escuela Media N° 2 Islas Malvinas, de esta ciudad en el extremo sur bonaerense, a 1100 kilómetros de la Capital Federal. Junior, apodo por el que todos lo conocían, mató a tres alumnos y otros cinco están internados con heridas de diversa gravedad. Todos tienen la misma edad que el homicida.
La tragedia se desató luego de las 7.30 de ayer. Tras izar la bandera en el patio de la escuela, los chicos se dirigieron a sus cursos. Lo que parecía un martes más se convirtió, en pocos minutos, en un verdadero caos. Junior entró a clase, se paró junto a su pupitre, el primero al lado de la puerta, y no paró de disparar: agotó los trece tiros del cargador de la pistola reglamentaria de su padre. Tres chicos murieron: Sandra Núñez, Evangelina Miranda y Federico Ponce. Otros cinco sufrieron heridas de distinta gravedad. El resto de los 29 alumnos del curso -de entre 15 y 16 años- entró en pánico. Unos se tiraron al piso y otros, como pudieron, intentaron huir. Unos corrieron hacia la biblioteca, otros hacia la salida. Junior sacó el cargador vacío, que quedó tirado en el aula, e intentó colocar un segundo cargador y salió al pasillo. Dante Pena, uno de los mejores amigos de Junior, se le abalanzó gritando: "¡Qué hiciste!". Y junto con otros compañeros logró arrebatarle el arma.

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